En primer lugar, hay pinceles que uso mucho más que otros, diariamente. Por
lo que con estos lo que hago es usar el limpiador de pinceles de KIKO (5’90E).
Pongo, por ejemplo, el pincel para difuminar encima de un disco de algodón, le
doy una vez al dispensador sobre el pelo y con suavidad voy limpiándolo,
moviéndolo de hacia un lado y hacia otro. Me gusta mucho este producto, ya que
me ha limpiado los pinceles aunque hubiesen sido usados con sobras muy oscuras
y los deja muy suaves. Se quedan un poco húmedos, por lo que habría que esperar
un poquito si se quiere usar en ese mismo momento.
Si se hace uso de él para limpiar los que os resulten imprescindibles día a
día, puede cundir bastante, ya que para limpiarlos en profundidad hay otros
productos.

Para terminar, las pongo encima de una toalla pequeñita en el borde de una
mesa o mueble, dejando que la parte del pelo quede al aire para que no se
deformen.
No sé si lo adecuado es lavarlos más o menos pero esta rutina es a la que
me he acostumbrado y la que me resulta más cómoda y útil.
Si vosotras lo hacéis de otra manera o con otros productos, ya sabéis,
dejadme comentarios, y así nos ayudamos todas.
Un besito!
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